Control de plagas
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Desratización
Control de aves
Plagas invasoras
Venta de equipos
¿Qué es una plaga?
Plaga: «Colonia de organismos animales o vegetales que interfieren en las actividades humanas y afectan al bienestar diario»
Existen plagas de relevancia sanitaria, como los transmisores de enfermedades humanas y zoonóticas, plagas de animales e insectos y plagas agrícolas que perjudican los cultivos y las cosechas, tanto frescas como almacenadas. Entre las plagas más comunes destacan los insectos (cucarachas, chinches, termitas…), los roedores y algunas especies de fauna salvaje como aves o topos. Para combatir eficazmente estas amenazas, se ha desarrollado el control de plagas, basado en implementar estrategias y métodos que consigan prevenir y erradicar la aparición de problemas futuros.
¿Qué es el control de plagas?
El control de plagas está compuesto por un conjunto de acciones que tienen como objetivo, regular una especie y prevenir la contaminación. La especie se considera plaga cuando empieza a proliferar descontroladamente, se infiltra en instalaciones e invade espacios. Generalmente, se consideran plagas por afectar de forma negativa a la salud, la ecología o la economía entre otras.
Existen distintos tipos de control de plagas en función del impacto que se quiera tener sobre esta. También depende de como afecte el método de control al medioambiente, la economía o a las personas, por ese motivo, cualquier control de plagas siempre está sujeto a un estudio previo en el que se deciden estas características.
¿Cómo funciona el control de plagas?
Las plagas pueden incursar en cualquier vivienda o negocio que reúna las características óptimas para su proliferación, aunque por lo genera, son más comunes en la industria alimentaria o en locales de manipulación de alimentos. Una vez que alcanzan el nivel de plaga, su erradicación es costosa y requiere de medidas de control agresivas. Por ello es fundamental que estos organismos no consigan penetrar en tu negocio.
La infestación de plagas ocurre cuando:
- Existen zonas mal aisladas que permiten la entrada de animales e insectos.
- No se vigilan las zonas oscuras con buena temperatura (ideales para que las plagas puedan refugiarse y reproducirse).
- Se descuida la limpieza y la recogida de alimentos, así como el acceso a fuentes de agua.
Para que el control de plagas sea efectivo es necesario conocer detalladamente la especie en cuestión, así como su comportamiento y alimentación. El primer paso es identificar el organismo y diagnosticar su origen, su refugio y los métodos más adecuados para eliminarlo. Una vez entendido el problema, es necesario evaluar las diferentes estrategias para controlar y erradicar la plaga. Una vez aplicadas las medidas, es importante realizar un seguimiento y monitoreo de los métodos implementados. Existen 3 procedimientos clave en el control de plagas, conocidas por las siglas DDD.
Desinfección
La desinfección puede ser química o física. Consiste en un procedimiento utilizado para limpiar una superficie o un área concreta. Su objetivo principal es la eliminación de microorganismos y patógenos. Es fundamental en lugares con alta presencia humana y animal, así como en escuelas, hospitales, industria alimentaria y vehículos de transporte.
Desinsectación
La desinsectación se refiere al control y erradicación de todo tipo de insectos. Estos pequeños invertebrados pueden poner en riesgo la higiene y seguridad del lugar. En muchas ocasiones, los insectos tienden a agruparse en colonias, fabricando sus nidos en zonas aisladas. Este actividad debe realizarla siempre un profesional.
Desratización
La desratización, tiene como objetivo eliminar roedores. Esta técnica puede ser pasiva implementando una serie de métodos que impidan a los roedores establecerse o activa: a través de métodos ofensivos de control, tanto químicos como biológicos para combatir las poblaciones de ratas y ratones.
¿Qué factores contribuyen a la proliferación de plagas?
Muchas personas se preguntan por qué aparecen plagas en su hogar o en su negocio. Habitualmente, a pesar de que todo parece estar en orden, las plagas pueden infiltrarse en tus instalaciones y perturbar tu bienestar. Una de las principales causas es la falta de limpieza. Con frecuencia, las personas solo limpian las áreas visibles, olvidando por completo aquellas zonas oscuras y resguardadas (precisamente las favoritas de las plagas.
Otra causa importante es el uso excesivo de insecticidas. A pesar de lo que mucha gente piensa, estos productos no siempre eliminan completamente el rastro de cualquier insecto. El uso intensivo de estos productos, puede provocar un efecto adverso, haciendo que las plagas se vuelvan resistentes a ellos. Para llevar a cabo un control de plagas efectivo, es esencial ser plenamente consciente del estado en el que se encuentran tus instalaciones, no solo en términos de limpieza, sino vigilar cualquier área por la que estos molestos individuos puedan acceder.
Historia y origen del control de plagas
Antiguamente, el manejo de plagas estaba estrechamente ligado a la agricultura. La necesidad de proteger los cultivos de herbívoros e insectos dañinos, que podrían afectar negativamente al crecimiento de la cosecha era crucial para maximizar la producción. Ya en la prehistoria se tiene constancia de que el ser humano utilizaba plantas de la especie Cryptocarya, cuyas hojas trituradas ejercen una función repelente de insectos.
Con el paso de los siglos, muchas plagas han evolucionado en problemas significativos, debido en parte, a la intervención humana directa. A menudo, ajustar estas prácticas, puede ser suficiente para gestionar una infestación. Por ejemplo, las moscas domésticas tienden a proliferar en áreas con actividad humana, especialmente donde hay alimentos o residuos expuestos. Gracias a una buena higiene y a un buen manejo de los residuos y la humedad, la proliferación de estas especies puede verse reducida considerablemente.